Callado
Incluso mientras follábamos
intuía tus mentiras.
Tus dedos tocaban
y dejaban en mi piel
la sensación
de no haberme ni rozado.
Tus labios,
callando
nuestros besos.
Incluso mientras follábamos
intuía tus mentiras.
Tus dedos tocaban
y dejaban en mi piel
la sensación
de no haberme ni rozado.
Tus labios,
callando
nuestros besos.
| Un cuento chino creado el 17.6.06 a las 11:21 |
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